22 agosto 2006

De idas y huidas...


Tal vez la única manera de poder bailar con el viento que te mece, de ver otros campos, oler otras tierras,… sea dejando atrás parte de lo que eres, renunciando a un pedazo de ti… olvidar que una vez tuviste esa forma de espantapájaros y disfrutar cuando el viento se lleve cada paja que formó tu silueta… convertirte de nuevo en pequeños retazos que el viento libere de la cárcel de tu cuerpo inmóvil y quizás mantener la ilusión de formar parte de algo grande en un futuro, de otros campos y otras tierras…

07 agosto 2006

Las reglas del juego...


- ¿Sabes? La vida es algo así como un juego de malabares.
- ¿Malabares?
- Sí,... tienes que conseguir llegar al final del trayecto sin haberte caído tú ni ninguna de las bolitas que sostienes, y a ser posible, sin haber perdido la sonrisa. Hay quien, al final, incluso escucha los aplausos.
- Supongo que tienes razón...

03 agosto 2006

Una de leyendas...

Aunque pensaba utilizar este bloc únicamente para bocetos, sin que sirva de precedente, dejaré por aquí escrita una historia que hace un año alguien me contó.


Cuenta la leyenda que entre anoche y esta mañana existió un lugar donde todos sus habitantes, cada familia, tenía un caballo. Pero había una familia que tenía un caballo especial. Se llamaba... -vaya! ahora no recuerdo el nombre!... Da igual, luego me vendrá-
El caso es que era un caballo muy famoso y muy querido por todo el lugar. Su figura, su nobleza, su paso, el brillo de su pelo... era inigualable y le hacían sumamente especial. Pero la tragedia visitó ese pequeño pueblo y este caballo tan especial, que se llamaba... -y sigo sin recordar el nombre!- desapareció. Cada familia, cada habitante, el pueblo en su totalidad se unió para buscar al tan querido caballo. Y buscaron aquí y allá, y buscaron, buscaron y buscaron. Y siguieron buscando. Hasta que alguien dio la triste noticia.
Ese caballo llamado... -bueno, obviemos el nombre- El famoso caballo había caído a un viejo pozo seco. Durante varios días intentaron mil y una maneras de salvar la vida al animal, pero todo fue inútil. Al menos eso pensaron. El caballo había muerto, así que decidieron tapar con tierra ese maldito pozo para que nunca más nadie cayera en él. Y puñado a puñado fueron vaciando tierra en el pozo. Pero resultó que no estaba muerto. Y cada vez que volcaban tierra sobre su lomo, el caballo se la sacudía y la pisaba, y así una y otra vez. Más tierra, más se sacudía, más se zarandeaba, más pisaba y más subía. Y así siguió y siguió hasta que llegó a la superficie... y alcanzó la libertad.
La estrategia de ese caballo llamado... -sigo sin acordarme- fue convertir lo que era para enterrarlo en recursos para sobrevivir y alcanzar la libertad.
Las difultades, los problemas, los inconvenientes... podrían convertirse en recursos para mantener vivo el sueño si usamos la estrategia del caballo.
Y ahora... ahora recuerdo como se llamaba... el caballo se llamaba Ilusión.